Zidane se movía con la armonía de un solo ser con el balón. Con una maestría y sofisticación técnica, él orquestaba el juego con fuego interior. Sus pases eran de una perfección pasmosa, como pinceladas https://graysonsgcs753789.link4blogs.com/59394302/el-mundo-se-paralizó-por-el-cabezazo-de-zidane